«Hamilton y Verstappen hacen lo que tienen que hacer»


En Monza hubo más tensión en la pista, con Verstappen sobrevolando a cámara lenta el Mercedes de Hamilton y con dos pilotos varados que ni siquiera se dirigieron una mirada, que en el paddock. En frío, Max defendió con calma que se trataba un «incidente de carrera» y Christian Horner, el jefe de Red Bull, recurrió del tópico «50-50», «objetivamente», que contrasta con su furiosa respuesta a la colisión de ambos en Silverstone. Toto Wolff, al frente de Mercedes, habló de “falta táctica” y un dolorido Sir Lewis dio gracias «a Dios y al Halo». Pero nada más.
El choque entre ambos en Inglaterra fue más tenso porque el neerlandés acabó en el hospital, porque se produjo a casi 300 kilómetros por hora y porque el infractor, a ojos de los comisarios, ganó la carrera. Este domingo, sin embargo, ninguno quiso evitar el contacto en Italia y ambos quedaron fuera de competición, con «culpa predominante» para ‘Mad Max’, porque Hamilton estaba ligeramente delante, y tres puestos de sanción en la parrilla del GP de Rusia. El Red Bull se emparejó con el Mercedes cuando éste regresaba del pit-lane en la primera variante y como ninguno cedió, Max voló por un piano y se subió, literalmente, sobre el Halo de Hamilton.
Como la polémica no se resuelve con un blanco o negro, conviene recurrir a expertos imparciales capaces de moverse entre los grises. Tras su octavo puesto en el GP de Italia, Fernando Alonso es el más indicado, y además no tiene reparos en dar su opinión: «Son dos campeones, siempre luchan al límite. Recién visto el incidente, es una situación desafortunada por la curva, el piano y demás. El coche salta un poco, se tocan rueda con rueda y la goma hace saltar al coche. Pero es a muy baja velocidad, unos 40 kilómetros por hora, y no hay peligro».
«No creo que fuera algo gordo, posiblemente Silverstone sí lo fue. Es un incidente de carrera, Lewis intentó ir largo en la curva uno para forzar, quizás, a que Max se saltara la curva. Max no corta, se mantiene fuera pero se acaba la curva y llega al piano. Los dos hacen lo que deberían hacer y desafortunadamente, se tocan. En la salida, Giovinazzi y Leclerc se tocaron de la misma forma, y Stroll y Pérez también, pero como no se tocaron rueda a rueda, goma a goma, no se produce el mismo desenlace. Es una maniobra típica con mala suerte porque el contacto fue rueda con rueda», analiza el bicampeón español.