El Atlético toca fondo

El Atlético toca fondo

Esta es la crónica de un derrumbe televisado. También en la Copa. Del equipo que todo lo fue, hace no tanto aún campeón, no quedan ni cenizas. Saltaba en Anoeta vestido con esa camiseta roja, en homenaje a aquel partido también guerra,a vida o muerte, ante el Celtic, en Glasgow, que latía en la camiseta con el escudo de siempre y en realidad fue un oxímoron. Aquel Atleti fuerte es hoy un esperpento. Polvo en el viento. Y sin un ‘ole, ole, ole’ al que agarrarse, que suene a salvador como hace diez años. El traje del hombre de negro es hoy un traje de luto. La Real salió con las botas untadas en jabón para el baño. El de Imanol es el equipo de cuartos. El Atleti del Cholo sigue dando tumbos hacia ningún lugar. Segundo título que pierde en seis días. Desastre a desastre.

Trató de rascar la Real pronto en eso que empantana a este Atleti. El balón parado, los pies de barro de su línea atrás. Ordenado 4-4-2 con Vrsaljko, Felipe, Hermoso y Lodi temblorosos ya cuando Elustondo se introdujo como un cuchillo en el área de Oblak para cabecear un balón solo, tan fácil, otra vez. Abrió la veda. La Real un rival cuyo aliento sientes en la nuca, que se te pega, que no te deja pensar. Januzaj estampó un balón en el poste de Oblak en la jugada siguiente. Ni por esas despertó el Atleti. Que no veía el balón, un objeto sólo en pies txuri-urdin. El plan del Cholo hacía hacía aguas. Guarecerse atrás y João Félix como falso 9 para correr las contras, con Koke, De Paul y Herrera en la medular para nada. Pero nadie tocaba un balón, como si ya entonces les estuviera pasando un tren de mercancías por encima.

El primer grito afónico del técnico fue a los quince minutos, sintiendo cada fibra de su traje negro mortaja. Un paso más. Eso pidió. Sus hombres lo dieron como obedientes soldados. El ímpetu realista se esfumó como ola deshecha en la orilla. De Paul sacó el periscopo y lanzó un balón a la carrera de Carrasco que, solo ante Remiro, lo estampó también en la madera. Eso dividió el partido en dos. El Atleti se reconcilió con el balón, empezó a amasarlo en el centro. Carrasco y João intercambiaban sus lugares para que el belga atacara el espacio liberado. Cada balón era un roce, gasolina encendida, la batalla de Glasgow.

Pero este Atleti no es aquel. Ni tampoco el primero del Cholo. Ay, Godín, ay, Miranda. Hoy a la lona siempre por el mismo flanco, ese muro hoy convertido en polvo. E Imanol no se olvidó de seguir rascando por ahí. Entre Merino, con un giro highlights en la frontal, Silva y Zaldúa llevaron la pelota a la cabeza de Januzaj. La música de Psicosis llenó el aire con el centro lateral, Oblak salió pero no, como si le diera miedo la vida más allá de su línea. Januzaj se irguió ante tres rivales de paja, Felipe, cómo no en esta foto, Correa y Lodi, para cabecear a placer. Gol. El Atleti se fue al descanso con la respiración asistida que le daba la última jugada de la primera parte. Un palo de João después de que De Paul sacara de nuevo el periscopio. Remató en fuera de juego. Fue un estertor. Ese plomo en los bolsillos que lo llena todo, Liga, Supercopa, desde diciembre. Fiasco a fiasco.

Pero lo era. Por mucho que Oblak diera órdenes a Felipe, Hermoso y Herrera justo antes de que comenzaba la segunda parte. Pero su garganta se contrajo en la primera pelota. Sorloth a la contra, mano a mano, solo ante él después de un lío de Felipe con la pelota que sonó, otra noche más, a cristal roto. Un gol que era la muerte, la muerte en enero, el jaque mate a una temporada, a un estilo, a una esencia. El hombre de luto respondió con un triple cambio. Fuera Correa, Lodi y Koke. Dentro lo más ofensivo que tenía en un banquillo lleno de chicos: Suárez, Lemar y Cunha. La Real los recibió con otro disparo de Sorloth que, esta vez sí, repelió Oblak. Felipe, mientras, seguía deslumbrado por las luces de su propia verbena.

Pero la Real era una tamborrada en cada lance, el baño en cada pelota, cada acción, todas volcadas sobre la portería de Oblak, Sorloth convertido en Halaand. Un portero que miraba adelante y sólo veía nada, hombres perdidos, desnortados, desconectados y con la boca y los ojos llenos de jabón. Y eso que la Real levantó el pie. Ya estaba en cuartos. El Atleti empujó, con Cunha, con dos chavales, Javi Serrano y Carlos Marín, pero todo a la desesperada. Era verle correr y agarrarse al pecho un suspiro de lástima. El Atleti del Cholo que se admiraba, que ganaba, ya sólo vive en la hemeroteca.

Cambios

Matheus Cunha (54′, Correa), Luis Suárez (54′, Koke), Lemar (54′, Renan Augusto ), Rafinha (62′, David Silva), Diego Rico (62′, Aihen Muñoz), Martín Zubimendi (77′, Ander Guevara), Javier Serrano (77′, De Paul), Carlos Martín (77′, Carrasco), Portu (85′, Syrloth), Zubeldia (85′, Januzaj)

Goles

1-0, 32′: Januzaj, 2-0, 46′: Syrloth

Tarjetas

Aihen Muñoz (27′,Amarilla) Mario Hermoso (30′,Amarilla) Felipe Monteiro (38′,Amarilla) David Silva (58′,Amarilla) Matheus Cunha (91′,Amarilla

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